Ejercito de Luz
Hay momentos en la vida en los que hay que tomar decisiones importantes. Decisiones que marquen diferencia y que le den un cambio total y absoluta a nuestras vidas. Hay muchos tipos de seres humanos sobre la fas de la tierra y como raza colectiva tenemos la necesidad de mezclarnos entre sí y de esa forma se van creando grupos. Excite el grupo de los líderes, de los pasivos, de los dormidos, de los gregarios, segundones y seguidores. Excite el grupo de los que controlan, de los que van a la vanguardia y de los que están al asecho para ser pescadores de rio revuelto y así como ellos existen muchos grupos más; como el grupo de los que solo les interesa respira, existir y pasar lo más desapercibidos posibles para de esta forma no tener ningún tipo de responsabilidad con ellos mismos, con los demás ni mucho menos con la evolución personal ni colectiva.
Yo he pertenecido a muchos de estos grupos pero al paso del tiempo me he ido despertando, desatando y liberando de dichos grupos y entre más pasan los días, más me siento responsable de preparar, entrenar y alentar a un ejército de paz, de luz y de esperanza para que esté listo, presto y dispuesto para enfrentar la guerra espiritual y hacer de esta manera una revolución, una rebelión y levantamiento total y absoluto en contra de todos aquellos que nos quieren controlar, oprimir, manipular y prohibir el contacto, el encuentro y la unificación con nuestro propio ser, con nuestro propio yo y con el Dios que yace y vive en nuestros corazones.
No pretendo ser un líder espiritual. Me siento un guerrero, un combatiente pero ante todo un comandante con responsabilidades desde la conciencia personal, grupal y colectiva. Ya no quiero venderme nunca más por un saludo, por unas cuantas monedas o por la injusta aceptación. Siento que mi nivel de conciencia ha traspasado esos obstáculos y ahora estoy listo para finalmente pelear por mí, por mis derechos, por mis ideales pero ante todo por mi liberación y si en este proceso encuentro aliados, socios y partidarios a mi causa; que me ayuden a romper las cadenas los voy aprovechar al máximo para que muy pronto dejemos de ser unos cuantos y nos convirtamos en miles y aunque suene loco y descabellado en un tiempo no muy lejano seamos millones. Algo así como un gran ejército de almas pacificas en busca de una revolución que nos conduzca a la iluminación espiritual, al amor divino y eterno y a la trascendencia como raza humana en busca del florecimiento.
Nacemos y morimos solos pero cuando se está en la misma página con otras personas nos podemos ayudar, cooperar, asistir, respaldar y darnos esquina entre si desde el respeto, la individualidad y sin perder el concepto real de que cada cabeza es un mundo y que la verdad tuya no es la verdad de los demás. Teniendo ese concepto claro y en cuenta nos montamos en el mismo barco y se rema para hacia la misma dirección pero cada uno hacia el encentro con sus propios objetivos, ideales y por su puesto hacia el encuentro con su propia verdad. Es por eso que no pretendo adoctrinar, enlistar ni influenciar a quienes no estén en la misma página, en el mismo nivel ni en el mismo plano en el que me encuentro yo.
Pretendo por medio de estas líneas hacer que tomes conciencia y darte la fuerza, el ánimo y la energía suficiente para que te liberes de una vez por todas de todas de aquellas ataduras, amarres, enlaces y todos aquellos yugos que te sujetan, te ligan y te paralizan. Durante muchos años de labor profesional he tenido que escuchar a muchas personas que acusan que es muy fácil decir las cosas pero muy difícil hacerlas. Yo he concluido que cuando se quiere se puede pero antes que eso me he dado cuenta que todos tenemos que estar en el lugar preciso y con la gente que tenemos que estar al menos mientras aprendemos la lección y como parte de la preparación para lo que nos espera más adelante. Nadie esta nunca en el lugar equivocado, en la relación equivocada ni mucho menos a donde no debe estar. Te puedo garantizar que no se evoluciona a través de los lamentos, las quejas ni las penas.
Hay algo muy importante que tienes que entender: Se está siempre en el lugar justo y con la gente que necesitamos estar para sanar, para pagar deudas pendientes y ponernos al día pero ante todo para crear conciencia, criterio y para fortalecernos. Solo estando entre el pesado, asquiento, mugriento y sucio lodazal de las mentiras, del estrés, de las angustias y de las proyecciones se puede valorar la paz, la tranquilidad y la nitidez de la limpieza interior y exterior.
Si eres de las personas que aun nada, vive, y debate su evolución, su liberación y crecimiento entre los pozos de lodo es porque no has hecho bien tu trabajo o porque todavía no entiendes plenamente cuál es tu misión de vida ni para qué fue a lo que viniste a este plano terrenal. Todo va a cambiar en el momento que entiendas y aceptes el porqué de las cosas sin reclamos, sin insolencias, irreverencias y con humildad de discípulo. En esta parte del proceso se hace indispensable volverse un testigo, un observador pero ante todo un espectador de las vueltas que da la vida para tener claro y en cuenta que nada dura para siempre y que lo que ayer fueron ruinas y escombros hoy se puede convierte en un lindo amanecer gracias a la perfección del universo.
No se habla por hablar y en mi caso particular hablo única y exclusivamente de lo que se, de lo que he visto, de lo que he vivido y gracias a esas bases es que te puedo garantizar que con solo medio abrir un ojo dejaras la oscuridad, las sombras, lo bajo y saldrás del sótano de la inconciencia, de las ataduras, las mentiras y de las manipulaciones antes de lo piensas. Todo en la vida es cuestión de actitud, carácter y determinación.
Para ser un soldado, un guerrero, un combatiente se tiene que empezar por un riguroso, exhausto, extenuante, agotador y en muchas ocasiones hasta inhumano entrenamiento. Para llegar a la meta se necesita pasar muchos obstáculos, pruebas, inconvenientes, trabas, dificultades y fracasar en el intento más de una vez. El verdadero mercenario espiritual se conoce porque entre más veces se caiga, más veces visite la lona, más veces bese el pavimento, el piso o el asfalto y entre más tierra tenga que comer. Mas fuerzas saca para levantarse con humildad, sencillez y acatamiento a las leyes divinas para seguir dando la pelea y bajo ninguna circunstancia pierde de vista su norte, su objetivo, su misión, su encargo, su tarea ni mucho menos su cometido cósmico.
Para todo aquel que cree en sí mismo, en la fuerza del destino y en la existencia de un creador perfecto, amoroso, justo y bondadoso no puede existir el fracaso, las coincidencias, las casualidades ni mucho menos el azar porque sabe que todo es parte del todo y que todo está conectado entre si y que antes del dos está el número uno. Que nada pasa por que sí y que nada pasa antes o después del tiempo en el que tiene que pasar porque comprende, capta e interpreta la perfección del universo que es lo mismo que decir; la grandeza de Dios.
Todo aquel que renuncia, que deja, que abandona, que suelta y huye de sus pruebas y sus responsabilidades está a la misma vez renunciando al entrenamiento, a los maestros y a su misión de vida para convertirse automáticamente en un perdedor, un fracasado, un frustrado que engordara, alargara y ensanchara las filas de los que solo viven para quejarse, para criticar, para renegar y para odiar, señalar y apuntar a quienes la tienen clara, a los que no se venden, a los que crecen, evolucionan y a los que sí o sí marcamos diferencia. Dicen que no hay cuna que más apriete que la del mismo palo. Eso es igual que decir que: cría cuervos y te sacaran los ojos. En otras palabras: prepárate para ser condenado, traicionado y vendido por los de tu misma raza, por los que llevan tu misma sangre y por aquellos con los que haz compartido íntimamente. Por aquellos a los que en algún momento les abriste el corazón, por aquellos a los que algún día les confiaste tus más profundos y protegidos secretos.
Todo aquel que renuncia, que no da la talla y que quiere comerse los mangos bajitos, que quiere las cosas fáciles y de momento; arremeten con toda su rabia, su ira, su inconciencia y su dolor en contra de aquellos que en su momento fueron sus maestros, sus guardianes, sus capitanes, mayores o sargentos.
En todo ejercito siempre hay el detractor, el traidor, el Judas. En todas las familias hay la oveja negra y el que se atrinchera tras los arbustos para hacer daño por medio de los más bajos, insospechados, inesperados y sorprendentes recursos.
Se convierten en cerebros del mal, seres malignos a los que no les importa nada con tal de hacer que su ego, sus frustraciones, sus complejos, sus obsesiones y resentimientos creen confusión, desestabilización, conflicto, choque, guerra y luchas en contra de aquellos que un día intentaron hacerle ver el camino hacia la luz. En contra de aquellos que les exigieron, los exhortaron y los motivaron para que dieran lo mejor de ellos, lo mejor de su ser y para que evolucionaran. Pero el universo es tan perfecto que hasta estos opositores están hechos a la medida de cada maestro, de cada mentor y de cada líder del ejército de luz porque también a través de ellos y de sus malas prácticas se aprende, se entiende y se perdona. Continuacion…
Este tema es extenso razon por la que prometo seguir trabajando en el tema para brindarles mas informacion muy pronto. Gracias por leer, aplicar y crecer. CJ III
Carlos Javier Aranzales
El Astrólogo de la nueva Era